Laura es decidida. Se puede ver en su forma de expresarse y hablar de su proyecto. Cuenta que estaba cansada de su trabajo y de invertir su tiempo y esfuerzo en los negocios de otras personas. Quería hacer algo que la llenara, algo con lo que disfrutar. Así que decidió tirar la casa por la ventana y montar una tienda, enfocarla en lo que más le gusta –el té–, y compaginarlo con su formación –la informática–.
La mujer al frente de La Tetereta bebe té desde que tiene uso de razón. Su abuelo le inculcó el amor por esta bebida. Así que aprendió a apreciarlo, saborearlo y respetarlo. El té es una cosa seria.
En La Tetereta, que nace en 2014 en Villagarcía, Laura hace lo que le gusta, y el trabajo se convierte en placer. «Es difícil compaginar la vida personal y profesional –dice–, pero cuando te dedicas a lo que te encanta, las horas pasan volando».
No recuerda lo que hacía antes de tener la tienda, porque hoy todo gira en torno a ella. Sus viajes, sus horas de ocio… En el último viaje que hizo a Londres, disfrutó saboreando tés, encontrándose con personas del gremio, con amigos con los que comparte esta pasión. Al final se fusiona todo, porque todo está relacionado.
Emprender es para valientes. Eso lo tenemos claro. Laura lo hace sola y se refugia en su familia para que la ayude de vez en cuando. Reconoce que la parte más fea es la incertidumbre y la presión constante. «¿Qué haré dentro de 15 años?». Se ríe porque, de hecho, no importa. Lo disfruta hoy, agarrada a su taza de té y esperando con ansia probar una nueva combinación.
Hay cualidades que es necesario cultivar cuando emprendemos. Laura las tiene muy claras porque se ha enfrentado a ellas en cada pasito del camino: la constancia, la perseverancia, el fijarse metas realistas e ir cumpliéndolas.
Lo más importante para ella es la sinceridad y honestidad antes que la venta, y la calidad y la selección de sus productos. Escoge con mimo todo lo que llega a La Tetereta y se lo entrega a sus clientes con el mismo cariño. Como un tesoro.
Una de las labores La Tetereta es mucho más que una tienda. Es una filosofía de vida que venera el universo del té. Y es que Laura, además de dirigir la tienda, es sommelier de té o, lo que es lo mismo, una especialista en este mundo cuya función es la cata del té, una experta que conoce su historia, sus costumbres, su filosofía y las regiones de procedencia. Podemos ver a Laura en diferentes escuelas de hostelería hablando de la cultura del té, en talleres que organiza en su propio espacio, en catas… Porque esto no se trata de vender, sino de crear experiencias alrededor de la cultura del té.
El Pack Morriña es un producto que encanta. Se trata de «un paseo sensorial» a través de Galicia, sus bosques, su paz, sus tradiciones. Un viaje de cuatro tipos de té que te lleva a diferentes partes de nuestra tierra. Incluye, entre otros, la Camelia Saborosa, que es un homenaje a la flor gallega por excelencia, o A Saia da Carolina, para llevar los bosques mágicos gallegos en tu taza de té (o en tu falda).
A La Tetereta le gustan las cosas diferentes, sensoriales. Lo que le atrapa del té es la historia que tiene detrás, las leyendas, los mitos, los rituales. El té se convierte en una forma de vida. «Cuando te relacionas con él –dice– tus valores van cambiando y te conviertes en otra persona».
Le encanta hacer ceremonias Gong Fu Cha en la playa. Ver el atardecer y tomar conciencia del mundo. ¿Y como banda sonora? Las olas. Simplemente. ¿Qué más se puede pedir? En invierno, solo cambia el escenario, pero el té está siempre presente, al lado de un buen libro, una mantita y su sofá.
Si eres consciente de lo que estás tomando, el té es una bebida que te atrapa. Es cultura. Es historia. Es simbolismo. Si eres curiosa, te enamora perdidamente.
El té es una camelia que tiene su origen en China hace más de 5000 años. Fue evolucionando hasta lo que es hoy, pero es necesario ponerlo en valor, porque la cultura del té en España está muy mal tratada.
El té tiene muchos beneficios para la salud, pero no hay productos milagro. En el té, como en el emprendimiento, la constancia es importante. En La Tetereta no se vende por los beneficios, sino por el disfrute.
El té es placer. Y el placer, vida.
¿Nos tomamos una taza de té mientras visitamos su web?
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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.
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